Unos instantes de frivolidad para los seguidores y seguidoras de nuestro Blog…
TE HA TOCADO LA LOTERIA DE NAVIDAD, EL NIÑO? EL EUROMILLÓN?
Si no ha sido así al menos disfruta con esta frivolidad de entrada de la mano de Miquel Mallafré
Los grandes yates disponen de equipamientos de fitness que nada tienen que envidiar a los gimnasios de tierra firme.
La relación entre los gimnasios y la náutica depara sorpresas..
Los deportes acuáticos están siempre presentes en toda embarcación de recreo que se precie. Si se trata de una pequeña lancha hay a bordo unas gafas y unas aletas para bucear o unas cañas de pescar. A medida que crece el tamaño del yate crecen sus equipamientos. Una lancha auxiliar para llegar a las calas sirve también para practicar el esquí náutico o el wake board, un compresor se utiliza para llenar las botellas de aire comprimido si se desea bucear y una o más motos acuáticas son ejercicio asegurado.
Pero en los grandes yates las travesías pueden ser muy largas ¿Qué hacer durante esas jornadas? Para esos días de navegación es importante disponer a bordo de las máquinas que permiten seguir con los entrenamientos cardiovasculares o los estiramientos habituales.
Pero el espacio disponible para instalar un gimnasio en un yate disminuye a medida que se gana en altura, de modo que el emplazamiento que permite desarrollar más posibilidades en cuanto a espacio y equipamiento es la cubierta inferior, donde el barco es más largo y más ancho. Pero no cualquier lugar.
La mejor elección es situar el gimnasio totalmente a popa, justo a continuación de la plataforma de baño, la auténtica playa privada del yate. De este modo se puede hacer ejercicio mirando al mar a través de grandes puertas cristaleras y, si la meteorología lo permite, tener estas puertas abiertas y pasar del baño de mar al gimnasio o viceversa cuando se antoje. 20 metros cuadrados de gimnasio son una superficie habitual en yates de 45 o 50 metros de eslora.
El equipamiento más frecuente
en estos casos es el habitual que se puede encontrar en cualquier gimnasio, es decir, las máquinas que permiten desarrollar ejercicios cardiovasculares, como las elípticas y las bicicletas estáticas, así como espalderas y bancas para la realización de estiramientos y musculación. Muy adecuadas para los yates son las máquinas de estiramientos con las pesas ocultas, como las Kinesis. Los astilleros italianos tiene a gala equipar sus yates bajo el marchamo del “Made in Italy”, de modo que son diseñadores italianos quienes realizan los proyectos, empresas italianas quienes fabrican los sofisticados muebles y también marcas italianas las que suministran los equipos de fitness. Lidera este mercado Technogym, empresa que tiene su sede en Cesena, en la provincia de Forlí-Cesena. Es precisamente en Forlí donde tiene su cuartel general el grupo Ferretti, constructor de los yates Ferretti, Riva, Pershing o CRN. Desde 2012 estos astilleros pertenecen al grupo chino Weichai.
Pero el fabricante de máquinas de gimnasio más vinculado a la náutica es, ni más ni menos, que el grupo Brunswick. Efectivamente, Brunswick Corporation, el mismo grupo propietario de las marcas Mercury, Bayliner, Boston Whaler, Quicksilver o Sea Ray, entre otras, es también propietario de varias marcas de aparatos de fitness, como las representadas en esta nuestra tienda online.
El negocio de los equipamientos para gimnasios es notable, pues las máquinas más caras pueden alcanzar un precio de hasta 12.000 euros. Precisamente son las máquinas más caras las que se instalan en los grandes yates, pues no es cosa de instalar equipos baratos en yates que pueden costar 40 o 50 millones de euros. Pero la instalación de las máquinas no es un problema económico por el precio de compra, sino por el entorno que requiere su instalación, con fijaciones que impidan su movimiento accidental en caso de temporal. No hablemos de balanceo ni cabeceo, pues los grandes yates cuentan con sistemas de estabilización que los reduce a la mínima expresión. También se suele climatizar las salas destinadas a gimnasio, salas que se suelen ver acompañadas con saunas o baños turcos para los que se requiere de sofisticadas instalaciones que suministren agua y aire caliente y frío. ¿Aire acondicionado en el gimnasio con las puertas abiertas? ¿Por qué no?
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