Propiocepción y rendimiento

Tal vez eres de los que se dirige al diccionario cuando escuchas la palabra propiocepción, puede que te suene a tratamiento farmacológico o algo parecido, pero no.

El sistema propioceptivo regula la dirección y el rango de movimiento de nuestros segmentos corporales (brazos, piernas, tronco, cabeza…) en relación con el entorno en el que nos movemos. Se encuentra estrechamente relacionado con el equilibrio, la coordinación y la capacidad de respuesta del sistema nervioso central y definitivamente, sí, puede ayudarte a mejorar tu rendimiento deportivo.

Con una buena planificación podemos trabajar la fuerza, potencia y resistencia implicando al sistema propioceptivo, sin necesidad de hacer equilibrios imposibles sobre un bosu. Además, no tienes que renunciar a un entrenamiento intenso por el hecho de trabajar ejercicios propioceptivos, más bien, todo lo contrario.

El sistema propioceptivo depende de varios estímulos sensoriales (sistema visual, sistema auditivo, vestibular, receptores de la piel, receptores articulares y por supuesto, receptores musculares). La suma de todos estos estímulos a través de sus respectivos receptores facilita el trabajo del sistema nervioso central, que se encarga de elaborar respuestas automáticas a partir de la información recibida ante las diferentes situaciones que se producen en una competición, mientras vas andando al trabajo o cuando tropiezas por la calle.

Por lo tanto, podemos decir que la propiocepción es la mejor fuente de información para tener un buen control neuromuscular y una mejor estabilidad articular funcional. Entre los métodos más habituales se encuentra el entrenamiento con superficies inestables, como bosus o fitballs, aunque no solo nos podemos limitar a este tipo de trabajo cuando buscamos entrenar el sistema propioceptivo tampoco debemos olvidarnos de ellos.

¿QUÉ APORTAN LAS SUPERFICIES INESTABLES?

La inestabilidad es un plus que pone en funcionamiento la musculatura profunda del cuerpo, aumentando la dificultad e intensidad de los ejercicios y todo ello debido a que tenemos que compensar constantemente la posición corporal durante la ejecución de los movimientos.

PLANCHA CON FLEXIÓN DE CODO SOBRE FITBALL

Las planchas suponen un trabajo excepcional sobre el core pero si la realizas sobre un fitball la intensidad y eficacia del ejercicio aumentan considerablemente. Al realizar el ejercicio notarás sus efectos en toda la musculatura implicada y verás como te cuesta más realizarlo debido a la inestabilidad de la pelota gigante. Haz 3 series de 10 a 15 repeticiones.

SENTADILLA SOBRE BOSU

La sentadilla es un ejercicio imprescindible para trabajar la musculatura de tus piernas. Si la realizas sobre el bosu te darás cuenta de que el trabajo se intensifica. No es buena idea mezclar inestabilidad y altas cargas externas. Si quieres añadir peso, que sea mediante mancuernas y no con una barra. No es necesario asumir riesgos para entrenar bien. Haz 3 series de 10 a 15 repeticiones.