Dado que ya varios clientes me han preguntado por él, porque parece ser que se está poniendo de moda en las redes sociales, creo que es un buen momento para hablar de sus beneficios, posibles usos y, sobre todo, de las precauciones. Vamos a ello.

¿Qué es?

El azul de metileno es un compuesto químico sintético, de color azul intenso, creado en 1876 por el químico Heinrich Caro como tinte textil. Sin embargo, su potencial médico se descubrió años después, cuando el médico y científico ganador del Nobel Paul Ehrlich, en 1891, lo utilizó para teñir células y estudiar su comportamiento bajo el microscopio. Este hallazgo lo llevó a explorar sus propiedades terapéuticas, convirtiéndolo en uno de los primeros tratamientos sintéticos para enfermedades como la malaria.

Desde entonces, se ha utilizado en diversos campos, incluida la medicina, gracias a sus propiedades químicas únicas que le permiten atravesar membranas celulares y actuar dentro de las células, especialmente en el funcionamiento de las mitocondrias, las “fábricas” de energía de nuestro cuerpo.

Estas características son las que le confieren su capacidad para mejorar funciones celulares, proteger contra el daño oxidativo y optimizar el metabolismo energético.

A continuación, te explico qué hace a este compuesto tan especial.

Características del azul de metileno

Estructura química versátil

El azul de metileno puede cambiar entre dos formas químicas según lo que necesite la célula:

• Forma reducida (incolora): puede «ceder” o “donar» electrones.
• Forma oxidada (azul): es capaz de «recibir” o “aceptar» electrones.

Este cambio actúa como un interruptor que permite equilibrar las reacciones químicas en las mitocondrias: los procesos redox (reducción-oxidación). Vamos a verlo.

Interacción con la cadena de transporte de electrones (ayuda en la producción de energía)

En las mitocondrias, los electrones fluyen a través de un sistema llamado cadena de transporte de electrones para generar energía (ATP). Sin embargo, a veces este sistema falla. Es aquí donde el azul de metileno entra en acción: si el sistema está bloqueado o dañado, el azul de metileno puede actuar como un “puente” que facilita el flujo de electrones. De esta manera, ayuda a producir más energía (ATP).

Potente actividad antioxidante

Al estabilizar el proceso anterior, el azul de metileno también reduce la generación de “radicales libres” (ROS: especies reactivas de oxígeno), moléculas oxidativas que dañan las células y aceleran el envejecimiento. Además, gracias a su capacidad para alternar entre sus formas oxidada y reducida, neutraliza los ROS sin agotarse químicamente, lo que lo convierte en un antioxidante altamente eficiente en situaciones de estrés oxidativo.

Se ha observado, además, que el azul de metileno puede ayudar a recuperar antioxidantes como el glutatión, reforzando así las defensas naturales de las células.

Protección contra proteínas mal plegadas (dañinas)

A veces, las proteínas dentro de las células se pliegan de forma incorrecta, lo que puede causar problemas graves, como ocurre en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. El azul de metileno puede evitar que se formen cúmulos tóxicos, impidiendo que proteínas dañinas, como la beta-amiloide o la tau, se acumulen en el cerebro. Incluso en cúmulos ya formados, ha demostrado capacidad para disolver estos depósitos y ayudar a que las células funcionen mejor.

Catalizador del metabolismo celular (mejora el uso de oxígeno)

El azul de metileno es especialmente útil en situaciones donde el oxígeno es escaso. Ayuda a las células a aprovechar mejor el oxígeno, optimizando cada molécula disponible para producir energía.

Beneficios para la salud humana del Azul de Metileno

1. Tratamiento de la metahemoglobinemia Es su uso más conocido y aprobado. El azul de metileno ayuda a revertir esta condición, en la que la hemoglobina pierde la capacidad de transportar oxígeno, devolviéndola a su estado funcional.
2. Alzheimer, Parkinson y Huntington Estudios post mortem han detectado que la enzima citocromo oxidasa está inhibida en cerebros con Alzheimer, lo que impide que el cerebro utilice oxígeno para producir energía. El azul de metileno actúa como una “ruta alternativa” que facilita el transporte de electrones en la mitocondria, restaurando así el metabolismo energético, lo que mejora la memoria y el flujo sanguíneo cerebral. Además, como ya hemos comentado, el azul de metileno también es beneficioso porque reduce la acumulación de proteínas dañinas (beta-amiloide y tau) y protege contra el daño celular al disminuir el estrés oxidativo.
3. Efectos antiinflamatorios El azul de metileno reduce la producción de mediadores inflamatorios, como el óxido nítrico (NO), al inhibir la enzima óxido nítrico sintasa (NOS), ayudando a controlar la inflamación excesiva en los tejidos.
4. Efectos antiapoptóticos Protege a las células del daño que podría llevarlas a la apoptosis (muerte celular programada), especialmente en situaciones de estrés oxidativo o daño mitocondrial.
5. Inhibición de la monoaminooxidasa (MAO) La MAO es una enzima que descompone neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Al inhibirla, el azul de metileno puede aumentar los niveles de estos neurotransmisores en el cerebro, lo que podría tener aplicaciones en el tratamiento de trastornos neurológicos y depresivos.
6. Renovación mitocondrial El azul de metileno activa procesos como la biogénesis mitocondrial (creación de nuevas mitocondrias) y la autofagia (eliminación de componentes celulares dañados), ayudando a mantener la salud celular.
7. Prevención de daños en la piel y envejecimiento cutáneo Mejora la proliferación celular en fibroblastos (células responsables del colágeno y la elastina) y ayuda a proteger la piel contra el daño oxidativo y los rayos UV.
8. Terapia fotodinámica Se utiliza en combinación con luz para tratar ciertos tipos de cáncer, como los de piel, pulmón y próstata. El azul de metileno genera especies reactivas de oxígeno (ROS) cuando se activa con luz, y estas ROS atacan y eliminan las células tumorales.
9. Propiedades antimicrobianas El azul de metileno tiene efectos antivirales, antibacterianos y antifúngicos.

Suplementación

Tipo de suplemento

El formato habitual en Europa es una solución al 1% (lo que equivale a 10 mg/ml) con gotero. Yo uso uno de calidad farmacéutica (este), de la misma marca que utilizo para la zeolita. Con todos los suplementos es muy importante asegurar la calidad (pureza), pero en este caso, más aún.

Cada gota contiene 0,05 ml (0,5 mg de azul de metileno).

Dosis diaria

Como hemos comentado, es fundamental mantener una dosis baja para evitar posibles efectos adversos. Una dosis baja sería aproximadamente 0,5 mg por kilogramo de peso corporal. Usando el producto mencionado, equivaldría a 1 gota por cada kilogramo de peso corporal. Por ejemplo, si pesas 100 kg, necesitarás 50 mg de azul de metileno, lo que equivale a 100 gotas al día.

Maneras de tomarlo

Lo ideal es mezclarlo con agua. Dado que su vida media es de 12-14 horas, recomiendo no tomar toda la dosis diaria de una vez, sino dividirla en dos tomas cada 12 horas (o en tres tomas cada 8 horas).

Para MÁXIMA seguridad 25mg por la mañana y 8 horas mas tarde otros 25mg.

El Azul de Metileno es ideal tomarlo por la noche al acostarse y por la mañana  tomar Coencima Q10

Uso recomendado

Mientras no existan estudios más amplios sobre su uso a largo plazo en humanos, no recomiendo tomarlo de forma continuada, excepto en las siguientes dos situaciones:

1. Intermitentemente: en períodos de estrés, fatiga o ante un desafío físico o cognitivosignificativo.
2. De forma continuada: en personas con Alzheimer, donde la relación riesgo/beneficio es favorable. En estos casos, el riesgo a largo plazo es muy bajo, debido a la avanzada edad de los pacientes, mientras que el beneficio potencial puede ser considerablemente alto.