Estructura para elevar las zonas de caída con respecto al suelo. Cada somier se compone de varios módulos, y copia la forma y el tamaño de la zona de caída con la que se corresponde.
Los módulos del somier están formados por un emparrillado de tubos de acero y unas patas que lo elevan del suelo. Las patas terminan en una chapa que reparte el peso directamente sobre el pavimento.
En el frente por el que el atleta se aproxima a la zona de caída, el somier presenta un frente de chapa que cierra el hueco inferior, a fin de evitar posibles lesiones. A los lados, el somier dispone de sendas barandillas que evitan el deslizamiento de la zona de caída.
Una vez dispuestos los módulos sobre el suelo en su posición final, se colocan unas grapas metálicas para unirlos entre sí.
Los módulos del somier se someten a un tratamiento de galvanizado en caliente, mientras que las grapas son cincadas.
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